Fundamentos para un nuevo ecoturismo comunitario
En Ecuador hay una explosión de iniciativas que pretenden usar los atractivos naturales, la biodiversidad y la características etno-culturales para captar visitantes como fuente de ingresos económicos. El problema radica en que la oferta supera a la demanda, esto desanima a las comunidades que luego de fallidos esfuerzos terminan consumiendo su patrimonio biológico y despreciando sus valores culturales.
Por otra parte el modelo de turismo que se ofrece que responde a condiciones de confort como ya es tradicional en “gran turismo”,o de aventura a bajo costo como es en turismo “hyppie” que pretendía el viajar con la producción de recursos económicos mediante manualidades, el trafico de droga, arqueología o el comercio productos de poco volumen y peso factibles de ser comercializados en otro lugar de su destino, el turismo de “backpacker”que era un turismo de exploración y aventura que pretendía por sobre todo acceder a lo mas exótico y barato al mismo tiempo. Estos modelos aportaron como positivo recursos económicos o en algunos casos como el turismo hyppie ayudaron a desarrollar habilidades manuales y artesanías en las comunidades donde estos grupos se asentaron, pero trajeron también defectos que significaron un afán de complacencia hasta denigración humana y de la naturaleza para llenar de felicidad al visitante de manera que el que tiene plata tiene derecho a todo, desde uso sexual de un niño hasta la comida con una especie en extinción.
En el momento actual se desarrolla un nuevo turismo que trata de aprender de una realidad ajena y de una actitud que parte del conocimiento para ser solidario o sensible a los procesos que están llevando a la desaparición de especies y culturas, a la humillación o el sacrificio de condiciones de dignidad humana o a proceso sociales y económicos que atormentan a los países fuera de su orbita de desarrollo y mas baratos de visitar pero, que poseen atractivos que despiertan su interés, su espíritu de colaboración y sus pensamientos.
En las comunidades se esta desarrollando varios modelos de ecoturismo comunitario, un modelo procura infraestructura y entrenamiento a los miembros para ser complacientes y someterse a parámetros ecológicos en la eliminación de basuras, aguas servidas, comidas con productos orgánicos y demás reglas que vienen desde patrones de certificación ajenos y que procuran lo de siempre descanso y felicidad para el visitante.
Otro modelo procura recibir a los visitantes en las condiciones y ambiente que ellos sueñan pero lejos del contacto real con la comunidad, pues se sabe que a mas de portar ciertas enfermedades que pueden ser letales en comunidades inmunológicamente sensibles, traen actitudes que envenenan la sangre sea que irritan o que ayudan a crear complejos de inferioridad entre los habitantes del lugar.
Un tercer modelo es el modelo propuesto por Ecotrackers en que los visitantes son invitados a participar y a comportarse como aliados de un programa de protección ambiental y mejoramiento de las condiciones de vida de una comunidad que quiere conservar su lengua, su cocina, su música, la sabiduría de sus ancestros, lo árboles, plantas animales , etc y quiere al mismo tiempo asimilar conocimientos, establecer relaciones extracomunitarias, en condiciones de equidad, de manera que cada persona de lo mejor de si al visitante, sin sentirse como instrumento para la felicidad ajena, a su vez cada visitante de lo mejor de sí en un esfuerzo que empieza por vencer el temor a las enfermedades, al clima, a los rigores de la geografía y las condiciones de aislamiento o subdesarrollo tecnológico o pobre infraestructura, que no es visible solo por su dinero, para saberse útil fuera de su país como un protector de la biodiversidad y la cultura
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